La inflamación del hipotálamo como consecuencia de la
ingesta excesiva de alimentos ricos en grasas y azúcares podría ser el cimiento
para el posterior desarrollo de obesidad.
Estudios científicos recientes prueban además que las dietas
altamente calóricas causan lesiones neuronales, lo que a su vez se refleja en
procesos inflamatorios en el hipotálamo, región del cerebro encargada de
controlar el apetito y la saciedad.
Estos planteamientos se exponen en el artículo académico “El
origen de la obesidad ¿está todo en el cerebro?“, publicado en la revista de la
Academia Mexicana de las Ciencias.
Sus autores, Ashley Castellanos Jankiewicz, Omar Guzmán Quevedo y Daniela Cota detallan que las células microglías, que conviven con las neuronas para protegerlas, son las responsables de promover o bloquear estos sistemas inflamatorios.
Refieren que su equipo de investigación en Francia confirmó
en un modelo animal que una dieta rica en grasas y azúcares provoca la
inflamación central en el hipotálamo y la proliferación de microglías con
perfil proinflamatorio y, en consecuencia, el incremento de la ingesta de
alimentos, del peso corporal y del tejido graso.
Un segundo hallazgo del equipo fue que al inhibir la
proliferación de las células microglías es posible bloquear la inflamación, reducir
el tejido graso y prevenir la obesidad, pese a que la dieta siga siendo rica en
grasas y azúcares.
“Así, nuestros experimentos confirmaron que las microglías proinflamatorias surgen al consumir una dieta altamente calórica; a su vez, esto provoca cambios en los circuitos neuronales que se relacionan con el desarrollo de la obesidad. Finalmente, bloquear la proliferación de las microglías impide que aparezca dicha enfermedad”, agregan los científicos.
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